
El Consejo de Administración es una figura clave en una copropiedad. Su existencia no solo está contemplada en el marco legal, sino que además representa el compromiso de los copropietarios con una gestión responsable, participativa y orientada al bien común.
Este grupo actúa como la voz de los copropietarios en los temas más relevantes de la administración. No se trata simplemente de un grupo de apoyo, sino de un ente con poder decisorio, que trabaja de manera articulada con la administración para garantizar que los recursos se gestionen de forma adecuada, que las decisiones aprobadas por la Asamblea se cumplan, y que el entorno se mantenga funcional y en buenas condiciones para todos.
Entre algunas de sus funciones importantes se encuentran:
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Supervisar la ejecución presupuestal: Garantiza que el uso de los recursos se ejecute conforme a lo aprobado en Asamblea, asegurando la solidez financiera de la copropiedad.
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Monitorear la gestión del administrador: Vigila el desempeño del administrador, comprobando que se cumplan las obligaciones y se sigan los lineamientos establecidos.
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Tomar decisiones sobre mantenimiento y mejoras: Evalúa las necesidades de la propiedad y toma las medidas necesarias para el mantenimiento y la actualización de las áreas comunes.
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Gestionar cambios en la administración: Si es necesario, actúa para remover o nombrar administradores que respondan a las necesidades y expectativas de la comunidad.